sábado, 14 de mayo de 2011

16 de marzo del 2011

Alice iba dirección al cuarto de baño, aceleraba el paso, como si tuviera miedo a que algún psicópata la cogiese, se paró en la puerta del baño, miró aquella puerta verde y negra, en el cual no se veía ni un rasguño, ni una pintada, como si aquella puerta estuviera recién hecha, cuando iba a entrar, giró la cabeza y vio a Carlos, tumbado sobre los ladrillos del patio de la academia, su cara se volvía blanca, como la piel de una cebolla, soltó el picaporte de aquella puerta y salió corriendo hacia Carlos, pudo reanimarlo, consiguió que abriese los ojos y se levantara de aquél suelo frió y de color oscuro.
Mas tarde, Alice fue a avisar a el profesor de lo sucedido, y dijo que acompañara a Carlos a su casa. De camino a casa de Carlos, Carlos, le explicó a Alice todo lo que pasó 
-Me sonó el teléfono, el profesor me dejó hablar, pero no mucho tiempo, así que cogí el teléfono y miré que era mi madre, le dije que me llamase en otro momento pero..
En ese momento, Alice miró a Carlos, y vio como una lagrima le salia del ojo, como si fuera un grifo roto que no para gotear cada 5 segundos.
pero... estaba llorando y me dijo que...
Carlos no podía mas, abrazó a Alice y hecho a llorar.
-Carlos, no pasa nada, puedes contármelo- decía Alice mientras agarraba a Carlos
Carlos le dijo que, su amiga, Carlota, aquella persona a la que tanto quería y estaba dispuesto a dar lo que fuera por ella, estaba en el hospital, esa noche, salió con sus amigas y un coche, le atropelló dándose a la fuga.
-Lo que más me duele, es no estar ahí con Carlota, poder decirle que la amo con todo mi corazón, y que se pondrá bien- dijo Carlos, como si el mundo se le viniera encima, aun que para él, el mundo ya estaba encima suya.
Al llegar a la casa de Carlos, Anna, le preparó un té con leche, recogió sus cosas y le dijo que descansara. Carlos se acostó en la cama, se bebió el té templado que le preparó Anna, y se durmió, aunque tardó en coger el sueño, ya que su único amor, estaba en el hospital, y el no podía hacer nada.

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